Orando por los jóvenes.

Yendo a donde están los jóvenes.

Construyendo relaciones personales con ellos.

Ganando su respeto.

Proveyendo experiencias divertidas, aventureras y que cambian sus vidas.

Compartiendo nuestras vidas y las buenas nuevas de Jesucristo con adolescentes.

Invitándoles a responder personalmente a estas buenas nuevas.

Amándoles independientemente de su respuesta.

Cuidándoles para que crezcan en su amor por Cristo y en el conocimiento de la Biblia y se conviertan en personas quienes puedan compartir su fe con otros.

Ayudándoles a desarollar las habilidades, aptitudes, y actitudes para alcanzar su potencial dado por Dios.

Animádoles a vivir en conexión al cuerpo de Cristo por medio de la participación activa en una iglesia local.

Trabajando con un grupo de individuos—voluntarios, miembros de comité, donantes, y empleados de Young Life.